La legislación internacional reconoció el sufragio femenino
a través de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. En 1948,
las Naciones Unidas aprobaron la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
cuyo artículo 21 declara:
1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su
país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos.
2.Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de
igualdad, a las funciones públicas de su país.
3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder
público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán
de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto
u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.
La Convención sobre los derechos políticos de la mujer
(Convention on the Political Rights of Women) fue adoptada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas en la resolución 640 (VII), de 20 de diciembre
de 1952 y entró en vigencia el 7 de julio de 1954, basándose en el Artículo 21
de la Declaración de Derechos Humanos, y explicitando el derecho de las mujeres
al voto y su acceso a cargos públicos. En su Artículo I, la convención dispone:
Las mujeres tendrán derecho a votar en todas las elecciones
en igualdad de condiciones con los hombres, sin discriminación alguna.
Movimiento sufragista
El movimiento internacional
por la reivindicación del derecho al sufragio femenino es alentado y
desarrollado por las mujeres sufragistas. Es un movimiento reformista social, económico
y político que promovía la extensión del sufragio (el derecho a votar) a las
mujeres, abogando inicialmente por el «sufragio igual» (abolición de la
diferencia de capacidad de votación por género) en lugar del actual «sufragio
universal» (abolición de la discriminación debida principalmente a la raza), ya
que este último, en los comienzos de la reivindicación del sufragio femenino
fue considerado demasiado revolucionario.
Votos para la Mujer banderín
de la colección del Museo de los Niños de Indianápolis
Las sufragistas son miembros
de diferentes asociaciones con el mismo objetivo, pero usando diferentes
tácticas; por ejemplo, las sufragistas británicas se caracterizaban por un tipo
de defensa más combativa. Algunas sufragistas destacadas fueron Emily Davison,
Carmen Karr entre otras. En 1904 se fundó en Berlín por Carrie Chapman Catt,
Millicent Fawcett y otras feministas la Alianza Internacional de Mujeres que
reivindicaba el sufragio femenino. En otros países el sufragio femenino se
logró desde las instituciones del estado mediante leyes que fueron impulsadas
directamente por mujeres en la política como el caso de España con Clara
Campoamor, Argentina con Alicia Moreau de Justo o México con Elvia Carrillo
Puerto.
Los principales objetivos del
movimiento feminista siguieron y siguen siendo los mismos: la incorporación de
la mujer al trabajo durante la I Guerra Mundial, derecho de voto, la mejora de
la educación, la capacitación profesional y la apertura de nuevos horizontes
laborales, la equiparación de sexos en la familia como medio de evitar la
subordinación de la mujer y la doble moral sexual. La gran novedad vino de la
amplia movilización colectiva que supo dirigir el movimiento sufragista en
determinados países.